Lupus Eritematoso Sistémico
El Lupus es una enfermedad autoinmune. El sistema inmunológico del cuerpo normalmente produce anticuerpos para proteger al organismo de virus, bacterias y otras sustancias extrañas denominadas antígenos. En una enfermedad autoinmune, el sistema inmunológico se “confunde” y no diferencia entre las partículas extrañas y las propias células o tejidos, y produce anticuerpos en contra de “sí mismo”. A estos anticuerpos se les llama “autoanticuerpos” y son los responsables de la enfermedad.
El Lupus Eritematoso Sistémico es además, como su nombre indica, una enfermedad sistémica. Esto quiere decir que puede afectar a muchos órganos: piel, articulaciones, riñones, corazón, pulmones, etc. pero la mitad de los pacientes con Lupus tienen afectación casi exclusiva de la piel y las articulaciones. Así, la enfermedad frecuentemente exhibe, en la nariz y las mejillas, un eritema con forma de alas de mariposa.
Se trata de una enfermedad crónica, en la que la afectación orgánica persiste durante un largo periodo de tiempo e incluso toda la vida, pero no siempre se tienen síntomas, ya que por lo general cursa por brotes, mientras que otros periodos son de inactividad o remisión.